domingo, 14 de agosto de 2011

“Mi padre me dejó a Cristo y a la poesía”


En entrevista, el poeta señala: “Cuando beso y abrazo, lo que hago es tratar de hacer una atmósfera común, que tanto le hace falta al país”.


En una pequeña oficina de paredes desnudas, Javier Sicilia revisa correos electrónicos, lee documentos y afina detalles de lo que será una más de las movilizaciones ciudadanas a las que ha convocado.






La de este domingo es una caminata silenciosa para pronunciarse por una reorientación de México hacia la paz y en contra de la Ley de Seguridad Nacional.



El poeta místico que decidió no volver a escribir poesía —después del 28 de marzo, el día que asesinaron a su hijo Juan Francisco— hace una pausa para hablar de un proyecto que, para él, hoy más que nunca tiene una profunda razón de ser.

Se trata de la revista "Conspiratio".



Javier Sicilia es el director de esta publicación bimestral, heredera de la revista Ixtus, que se editó entre 1994 y 2007.



En "Conspiratio" se busca mostrar opciones para "una sociedad encerrada en su propia desmesura"; se intenta "hacer una profunda arqueología de nuestra vida social... desde una perspectiva que ni la izquierda ni la derecha políticas han adoptado".



En estos días circula el número 12 de "Conspiratio", titulado "Violencia de Estado: fracaso de la transición".



Es un número emblemático. En esta edición se explica gran parte del pensamiento que envuelve el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabeza el poeta.



La palabra "Conspiratio" se refiere a uno de los grandes momentos de la celebración litúrgica de las primeras comunidades cristianas.



En la revista se explica que la "Conspiratio" "toma su sentido de "spiritu" (aliento), que se expresaba por un beso en la boca, era una co-respiración, una conspiración: la creación de una atmósfera común, de un medio divino".



– ¿En el significado de "Conspiratio" está la respuesta para quienes preguntan el porqué de los besos de Javier Sicilia?



– Así es. En las primeras liturgias, en el momento que se hace la Conspiratio, el beso en los labios, que era como un intercambio de alientos, un intercambio de espíritus; en ese momento sucedía lo que San Pablo dice: "Ya no hay diferencia entre amo y esclavo, gentil y judío".



En ese acto carnal, simbólico, quedaban abolidas las diferencias, se establecía la primera y verdadera comunidad democrática.



Lo que ahora nosotros llamamos "conspiración" no tiene ese sentido original, sino el sentido de hombres y mujeres que se reúnen en la clandestinidad para derribar un Estado.



Cuando beso y abrazo, lo que estoy haciendo es tratar de hacer una atmósfera común, que tanto le hace falta a este país.



– En su último poema usted escribió: "Ya no hay más qué decir, el mundo ya no es digno de la Palabra..."



– Vengo de dos tradiciones que tienen un sentido muy profundo de la palabra. Mi tradición como creyente católico dice que Dios crea por la palabra, que el mundo está hecho de palabra.



Y dice algo más: la palabra es una presencia, es un ser humano, se encarna en la persona de Jesús... Mi hijo era una palabra encarnada. En el momento en que lo matan, me asfixian esa palabra.



Yo me desgastaré. Los medios me van a desgastar. Pero sé que me voy a bajar de esto.



No persigo nada más que dignificar a las víctimas y hacer una buena ley de seguridad ciudadana; poder contribuir a parar la guerra. Eso es todo. Y me volveré a mis libros.


Javier Sicilia, poeta mexicano
– Pero usted apela a la palabra como medio para transformar la realidad...

– A la palabra que renuncio es a la palabra sagrada. Renuncio al decir poético en el poema.



A lo que no puedo renunciar es a ser lo que soy: poeta. Creo que lo que no hago en el poema lo estoy haciendo en mi accionar político.



Mis actos, los símbolos, los besos, el darle un escapulario al presidente; todo el movimiento está lleno de símbolos, que son formas de la poesía.



– ¿Cree que será larga la espera para que la palabra sagrada regrese?

– Creo que sí. El país está muy deteriorado. El corazón del hombre está muy oscurecido. La conciencia está muy idiotizada.



– ¿La revista "Conspiratio" es otro símbolo más en este proceso?

– Sí. Y este número en particular.



La muerte de mi hijo fue un dolor muy grande para la familia Conspiratio y decidimos pensar la violencia, la raíz de la violencia, lo que nos está sucediendo.



Tratar de buscar, a través de comprender sus profundidades, cómo salir de ella. No se trata nada más de definir y comprender el fenómeno de la violencia, porque describirlo no lo resuelve.



Al comprender los mecanismos de la violencia se puede ir reconstruyendo la paz. Hay que volver a la ética que ha estado de-salojada de las escuelas, de la educación.



Hay que volver a las virtudes: la generosidad, la tolerancia, la humildad, la magnanimidad. Si volviéramos a ellas, sería ir hacia el camino de la paz.



– ¿El universo de Javier Sicilia se basa sólo en el catolicismo?

– Más que en el catolicismo —porque el catolicismo a veces tiene un tufo ideológico, que ha tenido muchas cosas negativas— es en el evangelio, en las raíces.



Tiene sus bases en el evangelio y en sus mejores intérpretes que son algunos teólogos, y los mejores de todos, los místicos.

– ¿En su biografía, cuándo se da ese encuentro con el evangelio?

– Nací con el evangelio y la poesía.



Mi padre fue muy católico. Y era poeta. Para mí, el evangelio, la poesía, el amor y la palabra, desde que tengo uso de razón han estado en mi vida.



Mi padre me dejó tres cosas: a Cristo, la poesía y el buen humor.

Lo nuevo de Conspiratio

El número 12 de la revista Conspiratio incluye artículos de dos maestros de Javier Sicilia: Jean Robert e Iván Illich, "una de las grandes mentes del siglo XX... Lo que Ilich ya veía venir se está cumpliendo: el desmoronamiento de las instituciones.



Ahorita es cuando Ilich debería ser más que nunca leído", dice Javier Sicilia. Así como análisis realizados por Roberto Ochoa, Luis Xavier López Farjeat, Rossana Reguillo, María Luisa Aspe Armella, entre otros.



La revista da un espacio a la poesía. En este número están los poemas de Elsa Cross, María Rivera, Pura López Colomé, Czeslaw Milosz, María Baranda y Marco Antonio Campos, entre otros.

http://www.poesia-irc.com/j/index.php?option=com_content&view=article&id=8739:mi-padre-me-dejo-a-cristo-y-a-la-poesia&catid=15:noticias-general

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