Cada generación tiene sus voces. Asideros con forma de palabra. Referentes tangibles y coherentes para descifrar la realidad. Alejandro Gago, fallecido ayer a los 84 años, era un poeta adicto a la vida. Escuchar una de sus conversaciones nostálgicas o asistir a un paseo del autor de 'Sombra creciente' con su amigo, el poeta y pintor Julio Maruri, era certificar que también es posible detener el tiempo en una pausa, en una tregua con poemas al fondo. Poeta «en voz baja, sosegado, calmoso»,
http://www.eldiariomontanes.es/v/20111221/cultura/poesia/poesia-cantabra-despide-palabra-20111221.html
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